lunes, 18 de noviembre de 2013

La derrota del centenario Partido Radical

Por Yanina Morini   

   En el llamado “juego electoral” entran en carrera los partidos políticos que con sus respectivas  propuestas compiten para lograr el poder. El voto universal, secreto y obligatorio es el protagonista de la competencia. Hace unas semanas, las elecciones legislativas del 27 de octubre, dejaron un escenario político disperso; la victoria del kirchnerismo a nivel nacional, el amplio triunfo de Sergio Massa en la provincia de Buenos Aires, el lanzamiento de Mauricio Macri como candidato presidencial y el despertar de un "sueño entrerriano", fueron el mensaje que dejaron las urnas.
   El 11 de agosto se realizaron en Argentina las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). El resultado de las mismas dio lugar a la especulación de muchos y a la reflexión de otros, que reafirmaron sus miradas en las elecciones de octubre.
Los resultados fueron diversos. En Entre Ríos, quizás eran algo predecibles. Días antes ya se afirmaba el triunfo de Sergio “El Pato” Urribarri; el pueblerino de Arroyo Bayú, considerado por muchos como uno de los dirigentes más verticalistas y leales al proyecto del Frente para la Victoria. Un auténtico peronista de cuerpo y alma, protagonista de un sueño, un sueño entrerriano que se pinta de rosa y se ubica en Buenos Aires, la gran ciudad. 
   El podio del segundo lugar lo ocupó Unión por Entre Ríos (UPER), ese frente electoral conformado estratégicamente para las PASO. El mismo, estaba integrado por el partido Propuesta Republicana (PRO), el Frente Entrerriano Federal (FEF) y Unión por la Libertad -que es la representación provincial del partido nacional Unión por Todos. Además, UPER lleva como adherentes al Partido Popular de la Reconstrucción (PPR) y al Nuevo Espacio. Alfredo de Ángeli, un campesino de pies a cabeza, fue la figura que encabezó este frente. Explotando al máximo la campaña publicitaria logró conseguir una banca en el Senado Nacional.
   La medalla de bronce se la llevó la Unión Cívica Radical. Ocupando el tercer puesto, el centenario partido no alcanzó los  objetivos que se había propuesto. Después de las primarias, el radicalismo y algunos aliados habían asegurado que superarían al Frente para la Victoria a nivel nacional y que se convertirían en la principal alternativa de cara al 2015. Lejos de eso, tuvieron un leve retroceso en cantidad de votos, lo que significó una pérdida muy importante: después de treinta años de Democracia, la UCR perdió su representación en el Senado. 
   Algunos partidarios interpretan el mensaje de las urnas señalando el peso de las fuerzas opositoras como la del oficialismo o la otra variante del peronismo que contó con un inusitado apoyo del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.  Otros pocos, dimensionan los resultados como fruto de los errores o los desaciertos del radicalismo entrerriano. 

Reconocer la derrota, es de buen jugador
   Como en todo juego, a veces se gana, otras se pierde. Pese a quedar fuera del “juego electoral”, y  apoyados sobre las inestables maderas del escenario del poder, los protagonistas de la Lista 3, apuntaron a hacer los replanteos y las correcciones necesarias para mirar el 2015 como una nueva oportunidad.
   Atilio Benedetti, el candidato a Senador Nacional, expresó en pocas palabras sentimiento de dolor: “Esto fue la expresión del pueblo entrerriano y somos respetuosos de la voluntad popular. Hemos hecho un enorme esfuerzo, autoridades partidarias, la dirigencia de la UCR y los candidatos, pero lamentablemente esto no alcanzó a revertir el mapa que había quedado diseñado en las PASO”. Agradecido con por la enorme labor de la militancia, reconoció como buen jugador la derrota electoral.
   Pero en este juego no todo está perdido. A nivel nacional el Partido Radical recuperó fuerzas en las provincias de La Rioja, Corrientes y Santa Cruz y mejoró su performance en algunos distritos en relación a las primarias de agosto, como en la provincia de Córdoba. Un caso aparte es Mendoza, donde Julio Cobos a la cabeza, obtuvo un triunfo contundente respecto al peronismo (47,7 a 27,1 por ciento).
   Sin eludir responsabilidades y lejos de las expectativas con las que se inició la jugada, la UCR de Entre Ríos, interpreta el mensaje de las urnas como un cachetazo que golpea a la histórica fuerza política, a su vez actúa como puntapié para fortalecer la conducción que desde sus convicciones apunta a seguir trabajando en base a la reflexión sobre el desempeño que los partidarios radicales desarrollaron antes, durante y después del “juego electoral”.

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